Un recuerdo
Ella miraba fijamente el suelo.
En el hondo silencio los instantes
Abismos eran de dolor y duelo.
¡Oh, si por siempre juntos, anhelantes
Un imprevisto golpe nos hiriera!
Lentamente clavóme sus brillantes
Ojos. Aún miro su convulsa boca
Hablándome palabras, y evocando
Una rojiza llaga que, sangrando,
Parece que salpica á quien la toca.
Este artículo ha sido escrito por Wikisource. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.